Rabia y culpa, Cincel y martillo.

Cincel y martillo

Solo quiero que pare de doler, que cada embestida qué talla la culpa de mi me duela tan poco como a ellos. Ser indiferente, frío ante la lágrima, la pena o la súplica, tan frío como ellos.

Rabia y culpa

Entre la rabia y la culpa, de un pasado de hierro candente fantasea un hijo.
Fantasea con la analgesia, con el final de los dolores de una situación sin salida.
Fantasea con últimas palabras, con despedidas mediocres y medias tintas.
Fantasea con el sudor y la sangre, con un grito de socorro jamás escuchado.
Entre la rabia y la culpa, un hijo fantasea con el final de los dolores, sin ser una despedida.